#DenunciaCiudadana
Uruapan, Michoacán. – El Parque Nacional Barranca del Cupatitzio, uno de los santuarios ecológicos más emblemáticos de Michoacán, enfrenta hoy una crisis ambiental sin precedentes. Aguas negras provenientes del Hotel El Nacional y negocios aledaños se vierten sin control en el río Cupatitzio, cruzando entre las rocas de este espacio natural protegido y contaminando su cauce.
La situación es alarmante. Visitantes y pobladores se enfrentan diariamente a un olor nauseabundo que delata la presencia de residuos fecales en plena área turística. El foco de infección ha sido reportado desde hace semanas por ciudadanos preocupados, sin que hasta ahora haya una respuesta efectiva de las autoridades competentes. Ni la Comisión de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Uruapan (CAPASU) ni la administración del parque han tomado cartas en el asunto.
El colapso del sistema de drenaje es evidente, pero aún más evidente es la indiferencia institucional. Mientras el río se ahoga en desechos, los responsables del parque parecen más interesados en movimientos políticos internos. De acuerdo con testimonios recabados, funcionarios del parque estarían siguiendo instrucciones de Carlos Manzo y Carlos Bautista Tafolla para desestabilizar al diputado Conrado Paz, relegando las emergencias ambientales a un segundo plano.
Este acto no solo representa un atentado moral contra uno de los patrimonios naturales de la región; es también una clara violación a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. La norma establece que el deterioro de áreas naturales protegidas puede derivar en sanciones penales y administrativas para los responsables. Sin embargo, en Uruapan, el único que está siendo castigado es el río.
El Cupatitzio, fuente de vida, cultura e identidad local, no tiene voz para defenderse. Pero los ciudadanos sí. Exigen atención inmediata, sanciones ejemplares y un alto a la negligencia que está convirtiendo un paraíso en un caño.
¿Hasta cuándo el silencio? ¿Hasta cuándo la impunidad?
