Consumes marihuana y te haz preguntado si es legal sembrarla en tu casa?
No. Los consumidores deberán tramitar un permiso para poder sembrar, poseer o transportar cannabis para uso personal ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de la Secretaría de Salud. Este requisito, de hecho, ya existe actualmente.
Este requisito, de hecho, ya existe actualmente. Según México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), organización que ha promovido activamente la regularización del consumo personal de cannabis, unas 2.500 personas solicitaron este permiso desde 2018.
La respuesta que obtenían era siempre negativa debido a las prohibiciones previstas hasta ahora en la ley.
Esto obligaba a los consumidores a recurrir a un juicio de amparo en el que los magistrados aceptaban otorgarles el permiso con base a la jurisprudencia ya existente sobre la inconstitucionalidad de la normativa.
Pero ahora que la Suprema Corte eliminó dichos artículos de la Ley General de Salud, las autoridades sanitarias deberán emitir dichos permisos.
¿Cualquiera que lo solicite obtendrá el permiso para consumir marihuana?
No. La Corte ordena que se emitan las autorizaciones a personas adultas, pero siempre que cumplan con algunos criterios.
deberán consumir en espacios públicos, lo que apunta a que tendrán que hacerlo en su vivienda de manera privada. Se prohíbe consumirlo ante menores de edad o ante terceros que puedan verse afectados sin su consentimiento
Tampoco deberán comerciar con el cannabis ni suministrarlo a terceros dado que su uso es exclusivamente personal. Ni podrán conducir vehículos o maquinaria peligrosa tras haberlo consumido.
¿Qué cantidad de cannabis podré poseer para consumo personal?
El Congreso contempla la posesión de hasta 28 gramos de marihuana y de seis plantas en casa por persona (u ocho si había más consumidores en la misma vivienda).
¿Es cierto que el consumo lúdico de marihuana ha quedado despenalizado en México?
No. La declaratoria de la Suprema Corte «no despenaliza las actividades necesarias para el consumo personal del cannabis sin la autorización correspondiente», subrayan desde MUCD.
En resumen, esto quiere decir que existen diferentes modelos para la regulación, con distintos niveles de acceso. Por un lado, se puede autorizar la fabricación y registro ante la autoridad sanitaria de una preparación (gotas, spray, cápsulas, aceites, tinturas, etc.) que contenga los principios activos del cannabis (THC, CBD) en una concentración estandarizada para su comercialización, al cual se accede con prescripción médica para enfermedades o afecciones claramente delimitadas. Un modelo más abierto sugiere la despenalización y autorización del cultivo o la compra de la droga cruda en dispensarios licenciados por el gobierno, previa presentación de un carnet o certificación médica que establece una condición médica habilitante.
En cualquiera de los casos, existe una regulación que define las condiciones médicas habilitantes para el consumo. Igualmente, cada modelo requiere controles estrictos, de la misma manera como se regulan drogas como morfina, metilfenidato y Zolpidem, así como de la posesión de carnets que certifiquen la condición médica.
Ahora bien, ¿que sucede cuando lo consumen adolecentes?
El cerebro de los adolescentes está en pleno desarrollo; por lo tanto, es peligroso que consuman cannabis en esa etapa de la vida. La adolescencia es un periodo que se caracteriza por la búsqueda de sensaciones fuertes y por el anhelo de poner a prueba nuestros propios límites. El consumo de cannabis aumenta el nivel de riesgos que corremos y la probabilidad de accidentes. Además, se trata de una sustancia que altera las funciones cognitivas y la memoria, especialmente en los adolescentes que fuman marihuana con frecuencia, razón por la cual provoca numerosos problemas en la escuela.
Por último, cabe señalar que el cannabis precipita la aparición de trastornos psiquiátricos graves en las personas que ya están en riesgo de desarrollar enfermedades tales como los trastornos bipolares, la esquizofrenia y los trastornos de ansiedad o depresivos. Se trata de un aspecto preocupante de esta cuestión, puesto que el pronóstico de dichos trastornos psiquiátricos suele ser más grave cuanto más temprana es su aparición.
En conclusión, el efecto del consumo de cannabis en la salud no es igual antes que después de los veinticinco años